HIPOCALCEMIA

La Hipocalcemia es una enfermedad metabólica que se manifiesta por presentar unos niveles de calcio en sangre bajos, que aparece entre 24 horas antes del parto hasta 4 días postparto y se caracteriza por la aparición de debilidad, postración, la vaca no puede levantarse y en caso grave puede llegar al shock y muerte del animal.

La Hipocalcemia va a influir en diversos aspectos como amento de infecciones como la metritis y mamitis. El Ca es el responsable de la contracción muscular tanto de fibra estriada como lisa, por tanto, con bajos niveles de Ca la contracción muscular se encuentra disminuida y a nivel de panza va a provocar una bajada en la ingesta de materia seca. Las vacas comen menos dando lugar a un balance energético negativo en el postparto, con pérdida elevada de condición corporal y aparición de cetosis. 

A nivel del esfínter del pezón ocasiona un cierre insuficiente del mismo, facilitando la penetración de bacterias a su través y la consiguiente mamitis.  

Como factores de riesgo intrínsecos a la propia vaca tenemos la edad, número de partos, obesidad, alta producción. Hay más riesgo en vacas de más edad, a partir de 2-3 partos y en vacas gordas con poco ejercicio físico y la alta producción de leche que genera una fuerte demanda de Ca.  

SOLUCIÓN

CALCIFORM

Reducción del riesgo de fiebre vitularia (Hipocalcemia). Mejor arranque en la lactación al proporcionar un aporte de calcio de disponibilidad casi instantánea.

Fórmula efervescente: disolución y disponibilidad en solo 30 min de todos los componentes del bolo y completa garantía de no regurgitación.

En 3 formas muy asimilables (cloruro, Citrato e Iodato).

Contiene Vit E y quelato de magnesio, que favorecen la movilización del calcio óseo del animal.

El aporte de Niacina (Vit PP) y sorbitol, también nos aseguran el animal en cuanto a las problemáticas asociadas a un BEN, garantizando la función hepática y limitando los riesgos de cetosis y esteatosis hepática.

Además, es crucial desinfectar su entorno: limpiar jaulas, nidos y accesorios con agua caliente y jabón, seguido de un acaricida ambiental. Mantener una rutina de limpieza y revisar regularmente las áreas de descanso y alimentación ayuda a prevenir reinfestaciones, asegurando un ambiente saludable para las aves.